
El pasado 7 de Marzo salía a la pista y a pecho descubierto el nuevo álbum de La Suite Bizarre, Fiesta Animal. Salía, como decimos, a la pista de baile o más precisamente al dancefloor, en tanto a que la nueva criatura nos viene con «ganas de bailar»
Baile y síntoma discotequero, pero alejado de las espumosas salas de Ibiza, más bien orientados al estilo que viene prodigando la banda. Una atmósfera híbrida: colorida por sus notas funk, situada entre el escenario y el backstage sin olvidar el tributo al rock y a los iconos de los 70 y 80. Iconos que lucen en todo su esplendor ya con el título del primer disparo que prodigan Madonna es mi mamá.
«La mayor parte de las influencias del sonido y la imagen vienen de los 70 y 80. Nuestras bandas y discos preferidos pertenecen a esa época».
Otros apuntes nos surgen en Fiesta en mi habitación donde la banda se transforma en animal antropomórfico que brinca en un cuarto con aire de refugio adolescente, tapizado de posters y con un trasiego constante de discos de vinilo («cualquier temazo de The Clash» o un «I Can’t Get No» de los Rolling Stones) remezclados con alguna cinta de casete, desenrollada por un primitivo boli Bic.
La cultura retro, es de hecho lo que invita a entrar en esa “suite bizarra”, la motivación principal que subyace en Fiesta en mi habitación:
«Ese tema en concreto es nuestra forma de agradecer a todos aquellos grandes que han hecho grandes temazos», nos desgrana la propia agrupación que añade que gustan de «añadir nuevos elementos de diferentes estilos y adaptarlos a nuestra forma de crear»
La mayor parte de los temas invitan a ser cantados a voz en grito con una copa en la mano, y las temáticas del carpe diem se exponen con toda sonoridad y sin tabúes en Supersensual, o Are you ready (for love). De la misma forma que Dance Revolution (single debut de la banda, que por cierto, toma su puesto en el tracklist) se cruzaban las fronteras de lo picante, el bestiario que abunda en Fiesta Animal reúne no sólo vuelve a sobrepasar el ritmo ligero de ropa sino que incorpora vocación de sencillo en muchos casos. Independientemente de las preferencias que tenga el paladar de cada cual, hay que reconocer que Supersensual, La Pista de Baile y Que suene la música cargan con un interés especial por grabar a fuego sus estribillos en el subconsciente. Para ello nos confiesan que “hemos pasado las letras más al español”, detalle que junto a tintes latinos, «caribbean y brasileños» concentran su centro de la galaxia en Relax.
Un mensaje pregrabado y argentinizado nos delata la principal nota de color del disco que se difunde y disipa en el resto de temas pero que, tal y como decimos, toma especial cuerpo en Relax.
Con Fiesta Animal, la Suite Bizarre nos alienta a esperar lo nuevo o “innovador”, basándose en un cóctel afrutado de electrónica base, líneas serpenteantes y constantes de guitarra, estribillos hot, cultura propia, éxtasis vibrante a veces, en otras aterciopelado, y mestizaje sonoro. Puede que en la próxima entrega el cóctel se vuelva más tropical o aborde una temática radicalmente opuesta... ¿quién sabe?