
La actuación de Novedades Carminha se propagó como un viral en apenas 24 horas, por las principales redes sociales, tachándola de haber sido todo un espectáculo. Es difícil imaginar mejor pistoletazo de salida para una de las mejores ofertas musicales del verano (si no de todo el año) que nos ofrece la capital sevillana, Nocturama.
Los asistentes fueron entrando en el patio interior del Monasterio. Algunos asaltaban con radicalismo cuasi religioso el stand de camisetas de Carlos Sadness mientras otros, como grandes mentes estrategas, buscaban el mejor sitio para disfrutar de las actuaciones de aquella jornada. El resto, poseídos por el espíritu más frugal, corrían a cambiar su dinero por aquellas moneditas de colores que te aseguraban dos cervezas por el precio de una.
Pinocho Detective acompañó el anochecer en la isla con una actuación melancólica y un estilo sobrio. El sonido del grupo, de una belleza triste, obvió artificios que mantuviesen la atención de todos los presentes en el espectáculo. El grupo sevillano, compuesto por Fran, Daniel y Antonio, teloneó a Carlos Sadness intercalando canciones de su Memorias De Un Pez con algunas nuevas, pertenecientes a su próximo trabajo que verá la luz en el mes de septiembre.
Durante el intermedio reanudaron las conversaciones, la compra al por mayor de bebida y el ir y venir a los baños. De fondo sonaban mezclas del mejor alternativo español, como La Bien Querida o Klauss & Kinski.
El Dj enmudeció y Carlos Sadness subió al escenario. Si hubiese corrido alguna brisa, ésta habría hecho bailar la larga melena del cantante. Si hubiese corrido alguna brisa, no estaríamos en Sevilla. Agarraba su ukelele como a un primogénito y vestía una camisa roja, de estilo retro y texano. Comenzó con El Gran Momento, y no hizo falta que ningún animal instase a los espectadores para dejarse llevar. A ésta le siguió Perséide, canción bautizada por la estrella que captó su obsesión, aquel día que sus padres le mostraron la lluvia de San Lorenzo.
Dedicó Miss Honolulu a aquella sección del público femenino constituida por bloggers insoportables, e interpretó como excepción para un festival Los Días Impares. El cantante no tardó en rendirse ante Feria de Botánica, su hija mimada. Aquella canción, explicó, es la que tiene más reproducciones a pesar de no ser un single. Algunos espectadores se descalzaron sobre el césped y bailaron con Bikini al son de «en Sevilla muero de calor, Nocturama sálvame por favor».
En una suerte de novatada para su nuevo guitarra, Carlos y el resto de la banda interpretaron Veneno En La Piel de Radio Futura. Fue un tributo de lo más original, que mezcló el sonido más ochentero con el nuevo estilo tropical y optimista del cantante. Por último, Carlos Sadness finalizó su actuación interpretando una vez más El Gran Momento, cerrando así un círculo perfecto: un bucle de melenas, flamencos rosas y piña colada.